30/5/07

EL AMOR ES LA GRAN MENTIRA

Desde chica me contaron cuentos de principes y naranjas, y como siempre me gustó llevar la contraria así me pasa, que prefiero las fresas a las frutas todas y mi color favorito no es el azul, sino el rojo.

El príncipe que me tocó en mi cuento es ciego, porque no me ve y por eso no me encuentra, sordo, porque no escucha cuando le llamo a gritos mudos, cobarde, porque le doy miedo y por eso se esconde, tonto, porque no sabe cuanto le puedo amar y por eso prefiere no pensar, real, porque mi corazón lo lleva y por eso nunca estará en mi mundo imaginario y surralista, borracho, porque confunde la media naranja con el limón medio y no para de tomar tequilas.

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