10/11/07

DESNORTEADA


Paseo por mi ya Buenos Aires junto a unos ojos libra amigos que me cuenta de un árbol que en esta época pinta sus aceras con tintes violetas y yo ni siquiera sé cómo se escribe su nombre...el del árbol. Pero si sé que es hermoso...el amigo.
Igual que ya no sé si estoy en invierno o en verano, pero sé que vivo en la casa de las flores rojas.
Y así voy, navegando a veces, a veces volando, otras corriendo, sin necesidad de brújula que me guíe. Sin saber cómo hablo, sin saber dónde colocar esto que pasa, sin querer encontrarte sigo buscando. Aprendiendo a aprender todo de nuevo, naciendo cada día, porque todo cambia. Me cansé de construir castillos imaginarios y comprobar que es imposible parar una ola real. Señora ola le muestro todos mis respetos y me ofrezco a que me arrastre la marea.
Tanto tiempo sola, construyendo yoes, que ni me di cuenta que se me olvidó la técnica. Ya no recuerdo cómo se enamora, ni siquiera hago esfuerzo por que eso pase. Sin parecer más de lo que soy. Aflojando amarras, levando anclas. Mientras yo ya hace rato que te elegí tu sigues mirando y es agotador la histeria en la mirada, el desespero en el corazón. Esta vez no. Prefiero gastar esa energía en sencillamente amar. Descubriendo y disfrutando de la belleza que da la mirada vivida por años, maestros, vejez hermosa...Y yo buscando la salida cuando aún no encontré la entrada. Si quieres ver una luz al fondo del túnel...cómprate una linterna.

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