Cuando llegué me esperaban cruzado el charco otros brazos, fuertes y honestos como es mi forma de entender la amistad. Un ser tan generoso que intentó armarme un nuevo espacio y ahora, con ánimo para escribir, creo que habito por fin este mi lugar en una tierra tan grande y buena como sus aires.
Gata, eternamente a mi vera, también tiene una nueva amiga, blanca y de paciencia enorme como su dueño. Pese a los cambios aún sigue lamiéndome las heridas.
Mientras continúo asimilando las histerias, acomodándome al tiempo que pasa lento e intenso, agarrando a la gente que piensa rápido y acciona más tarde, retomando y descubriendo maestros...
Me descubro a las tantas de una mañana reaprendiendo que Bécquer era Sevillano.
Pienso, luego esencio, que esta frase resume mi viaje a Argentina...
No hay comentarios:
Publicar un comentario