PARA ESOS ANIBIENES DE ANIMALARIO "La ciencia todavía no ha decidido si la locura es o no la más alta inteligencia"

Y así, de la única forma que sé, escribo esta nueva entrada para daros las gracias. Porque me hacéis entrar en vuestras actuaciones, porque entro a ciegas y confío, y cada vez es más difícil que esto pase desde estas butacas de Madrid. Porque me hacéis ver todo con ojos nuevos cada vez que os miro. Porque no puedo no agradecer el trabajo bien hecho.

Porque es un placer que inyecte su mirada con la mía, yo sentada tan arriba y él tan abajo, se pinte los labios como yo lo estaba haciendo, metiéndose el puño entero en la boca como yo lo hubiera hecho, y termine él así mi acción. Gracias Pedro.
Porque me emociona ver la gran belleza de la intensidad de esa bella mujer cada vez que se despierta y le quedan resquicios de la sensación de antes de dormir. Porque me alegra saber que estás tan bien acompañada dentro y fuera del escenario. Gracias Nathalie.
Porque me sale sola la risa agradecida de esa locura, desbordamiento y todo acto genuino, porque me identifico en las maneras, porque me invade una especie de felicidad cuando se sabe que hay actores tan buenos en esta jauría. Gracias Roberto.
Porque me desnudaría una y mil veces junto a ese bufón de la vida, delante de todo ese público escandalizado del teatro público. La eterna espera del actor tu haces que sea maravillosa. Gracias Luis.
Porque os miro a todos con esos ojos de niña y de locos, abiertos hasta salirse de las cuencas de todo lo que sienten junto, evadiendo el mundo exterior, esos ojos que viven. Gracias Virginia.
Porque por muchas veces que escuche la forma sutil de ese monólogo pidiendo a Marat que la mire..., no consigo no excitarme de placer y de repente surge el llanto en los ojos y en el sexo. Gracias San Alberto.
Porque qué puedo decir de este ídolo que está siempre a mi lado, que ya no haya dicho con la boca, defendido con el alma y amado con la vida, todo él, toda su implicación me arrastra, me mueve y me hace seguir creyendo. Gracias siempre Tomás.
Porque estoy aprendiendo a disfrutar de lo cotidiano y él es lo que más se acerca a mi concepto de cotidianeidad que quiero en mí, tranquilidad, seguridad, implicación. Como el amor que yo entiendo, para y con todo, compromiso con lo que uno cree, defensa y consecuencia con lo que uno hace. Gracias Andrés.

Gracias a todos estos locos animales, que sin los que faltan en esta personal respuesta, no sería posible la supervivencia de la especie. Cada animal crea junto con el resto esta selva maravillosa a la que me adentraría con ojos vendados, porque sé que viviría muriendo de placer en éstas vuestras arenas movedizas o moriría viviendo de felicidad en las garras de la verdad.
Gracias por renovarme el alma y no dejar que pierda la esperanza en lo que aún puedo llegar a ser.

"Y que sea lo que no es. Amén."